y ya no sudaba tanto.
Pero la sensación seguía sacudiéndome.
Y ahí lo vi, erguido,
Pero la sensación seguía sacudiéndome.
Y ahí lo vi, erguido,
con aire orgulloso, casi arrogante.
Sus ojos brillaban en la luz de la luna,
Sus ojos brillaban en la luz de la luna,
y su mirada,
implacable e inexorable,
implacable e inexorable,
inspiraba temor.
No me moví.
Inclino su cuello acercándose.
Al hablarme pude sentir el calor de sus palabras,
literalmente.
Luego dio media vuelta,
No me moví.
Inclino su cuello acercándose.
Al hablarme pude sentir el calor de sus palabras,
literalmente.
Luego dio media vuelta,
desplegando sus inmensas alas,
y se lanzó al abismo…
No me moví.
y se lanzó al abismo…
No me moví.
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